Doctor Miguel Ángel Mancera
Jefe de Gobierno de la Ciudad de México
Presente
Nosotros, los habitantes de la Capital de la República Mexicana, tenemos la madurez de reconocer que hay muchas cosas positivas que se han producido durante su gobierno, citamos por ejemplo las máquinas que transparentan los trámites en los tribunales de justicia, como es el caso de las fotocopias cerificadas; pero también padecemos los rezagos en la Secretaría de Transporte y Vialidad que dificultan casi hasta la tortura los trámites como la renovación de la Tarjeta de Circulación.
Esta semana hemos conocido con menos de 15 días de anticipación el anuncio de una medida autoritaria, carente de imaginación, parcial, marginadora, discriminatoria y abusiva que es la de impedir la circulación, los sábados, de todos los autos puestos a la venta antes del Siglo XXI.
Esta medida en la Ciudad de México, equivale a la decisión del Gobierno Federal de subir cada mes el precio de la gasolina, con el pretexto de que hay que mandarla a refinar a Estados Unidos, porque a ochenta años de distancia no tenemos la capacidad que ya tenía el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas de hacerlo en México.
Hay muchas razones para pensar que hay corrupción en esta medida del sabadazo (así, como onomatopeya de chingadazo) quizá favorecer a las constructoras de automóviles, tal vez incrementar el número de usuarios del todavía excesivamente ineficiente metrobus; pero pocos creemos que sacar de la circulación los autos antiguos los sábados realmente resuelva el problema.
Más le creeríamos si por ejemplo la decisión fuera suspender la circulación de todos los autos, de cualquier modelo, cuando circule en ellos una sola persona. O mejor aún, que se prohibiera usar las vías concesionadas a OHL si el vehículo no llevara al menos a dos pasajeros. Ah pero entonces se atentaría contra el sacrosanto derecho de la Iniciativa Privada transnacional de hacer negocios ¿verdad?
Precisamente por las dificultades económicas y los precios artificialmente altos del combustible, muchas familias de la capital de la república mantienen sus coches encerrados entre semana por la incompatibilidad de sus integrantes para usarlos simultáneamente; pero el sábado es cuando lo emplean para llevar a sus animales domésticos al veterinario, para acudir a un cumpleaños o a una boda con la confianza de que pueden salir tarde sin temor a que los asalten en un taxi; para traer en la cajuela las bolsas del mercado o del autoservicio, o de la Central de Abasto.
Pero gracias al Sabadazo, esto será solo un privilegio para quienes tengan la fortuna en este país, con una de las mayores desigualdades sociales del planeta, de contar con un vehículo de menos de ocho años de antiguedad.
Hay muchas decisiones polémicas que tiene que tomar un gobernante, entre ellas la captura de presuntos inocentes en las manifestaciones políticas, la saturación de edificios en una zona casi rural de Tlalpan, para fomentar el turismo médico, las facilidades para los fraccionadores de Santa Fé, en una zona carente de servicios públicos, bomberos y parques públicos; sin embargo creemos que ninguna medida tan abusiva y tan general como esta, que afecta e incrementa los riesgos de asaltos en el transporte público a más de 30 millones de personas de las zonas metropolitanas del DF y el Estado de México.
Díganos que para combatir la contaminación se sembrará un millón de árboles, que sin importar el modelo del vehículo o el código postal de las personas, todas tendrán las mismas restricciones. Asegúrenos que no es cierto que el 96 por ciento de los vehículos llevados a verificación la pasan sólo por la mordida.
Síganos convocando a construir jardines verticales, rebaje los impuestos a los propietarios de edificios de departamentos en renta, para que promuevan azoteas verdes, sobre todo al norte del Viaducto, donde usted sabe que el paisaje es gris cemento.
En su momento, hace 25 años aceptamos el programa Hoy No Circula propuesto por el ambientalista Ramón Ojeda Mestre, un poco porque nos convenció y otro poco porque era otra ciudad en la que todavía tolerábamos al PRI y sus actos autoritarios. Ahora somos otra generación y nos hemos regalado, o mejor dicho, hemos conquistado, otra forma de gobierno
La misma Ciudad que tuvo la madurez de darle el triunfo con el mayor margen de su historia, la tendrá ahora para vigilar cada una de sus acciones de gobernante, para que no se comporte igual que los políticos que tantas décadas nos llevó sacar del poder en el Distrito Federal. No queremos más Uruchurtus que acaben con las carpas ni más halconsos que organicen grupos criminales para emplearlos contra la sociedad. No toleraremos más autoritarismo a pesar de esa inepta Asamblea Legislativa, la peor de nuestra historia, esa que criminaliza a los circos mexicanos y fomenta el desempleo, esa que tanto ama a los fraccionadores y cierra los ojos si quieren construir en zonas que por décadas han sido parques públicos, porque están enclavadas en zonas de alta plusvalía.
Su página de Facebook ya está llena de mensajes de gente que con excelentes argumentos y en forma muy respetuosa le está haciendo saber como esta medida afecta sobre todo su capacidad de trabajo. Los autos anteriores a 1999 se usan más para trabajar que para fines recreativos. Incluso dañaría menos a la sociedad en su conjunto, si lo que se prohibiera fuera la circulación de autos de 2006 a la fecha porque estos se emplean mayoritariamente para paseos y recreación
Le invitamos respetuosamente a que ponga a sus secretarios a trabajar en soluciones más creativas, menos simplistas y discriminatorias, en reglamentos generales y no persecutorios de grupos específicos, como los de los propietarios de automóviles que no pueden ni quieren pagar cuotas elitistas para los segundos pisos.
FIRMAS:
(Te invitamos a reenviar esta carta con tu firma o la de tu organización ciudadana:
Por facebook a:
Miguel Angel Mancera Cdmx
Cordialmente
Ancira Ramsés
Izquierda Verde México