domingo, 12 de julio de 2009

La Novicia Rebelde, en Teatro






Por Ramsés Ancira



La combinación de un elenco y equipo creativo multinacional, entre quienes figuran el español Lizardo, las hijas del afamado director Gabriel Figueroa, María y Tolita; las mexicanas norteñas Bianca Marroquin (Monterrey) Y Kika Edgar (Tamaulipas), el director estadounidense Keith Batten y la cantante Daniela Romo, esta vez como traductora y letrista, hacen de La Novicia Rebelde, musical presentado en el Teatro de los Insurgentes, una de las obras más ambiciosas y mejor logradas en la historia de los escenarios mexicanos.


Las comparaciones son inevitables, tanto con la mejor película musical de todos los tiempos, como se considera a la protagonizada por Julie Andrews en 1965, como al juzgar a Bianca Marroquin en el papel de una inocente novicia, cuando se hizo famosa a nivel internacional por personificar a una ambiciosa cabaretera en Chicago. papel que la llevó a realizar un protagónico en Broadway.

Hay mucha historias interesantes que se entrelazan para dar fruto a esta puesta. De repente nos congraciamos con la agradable voz masculina con la que se canta 16, casi 17 y luego nos enteramos que el papel del cartero pro-nazi, Rolf Gruber es interpretado por un joven llamado Enrique del Olmo D. Inevitable recordar que otro Enrique del Olmo, quien nunca alcanzó la fama que le debía su prodigiosa voz, fue el estelar de la producción de Julissa, Jesucristo Super Estrella, allá por 1976.

Do...nde empieza la canción, Re-pitiendo la inflexión, Mi...ra siempre la inflexión, Fa que Fácil es cantar. La pegajosa letra de la versión que algunos conocimos tres décadas atrás ya no es la misma, lo que puede ser una ventaja para que podamos disfrutar de la voz de los profesionales y no la del nostálgico vecino de butaca, o la la propia de nosotros.

Si usted recuerda la prodigiosa función de títeres con la que María y los Niños entretienen a la Baronesa en el clásico de la Fox; en la obra de teatro verá una ingeniosa adaptación de La Cabra Solitaria, en una noche de tormenta y si bien no será posible la majestuosa montaña como escenario de El Sonido de la Música, la alucinante iluminación del convento creada por las hermanas Figueroa, será un digno marco de esta preciosa canción de Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II, quienes nunca pudieron imaginar que contarían con Daniela Romo para la versión en español de esta puesta en escena.

La apostura de Lizardo nada desmerece en la comparación con Christopher Plummer, lo que es una de las más agradables sorpresas en esta puesta en México y no se sorprenda si a usted, tal como a mi, le parece que la voz del español supera incluso a la del afamado actor de cine.

Esto merece un crédito especial para el diseñador de audio, Luis Lojo, quien nos regala tal calidad que la dicción de los protagonistas nos parece salida de un programa de televisión de la década de los sesentas, pues esos timbres y claridad de voz tan pareja de todos los personajes están más cerca de lo insólito que de lo cotidiano.

Realmente admirable la selección del resto del elenco: Ivan Caraza como el acomodaticio Max, Dario Ripoll, el mayordomo pro nazi, Olivia Bucio, Madre Superiora y la hermosa sinaloense Yolanda Orrantia, como la Baronesa Elsa Shraeder

Algunos boletos de 200 pesos de la obra, están en la misma fila que los de 350, con la diferencia de que los primeros están a un costado y no se alcanza a dominar con la mirada el escenario en su conjunto;pero si se tiene poco presupuesto, aun así habrá que recomendar la asistencia ya que es una puesta verdaderamente memorable.

Casi la totalidad del público termina muy complacido con la función, con la rarísima excepción de alguno que no se puede creer que los nazis sean vencidos por la familia Von Trapp. Como sea, uno de los aciertos de los productores es que en el lobby del Teatro nos regalan con un extra: un vídeo en el que podemos conocer la historia de los verdaderos protagonistas de esta anécdota histórica y de como un diario novelado sirvió de inspiración para varias producciones, la última de las cuales fue dirigida en cine por Robert Wise, pocos años después de otro inolvidable musical, West Side Story, o Amor sin Barreras.

La Novicia Rebelde tiene todo, incluso un final feliz, aunque quizá musicalmente anticlimático, pues las mejores e inolvidables canciones son sin duda las de la primera parte.




Una kathedra en un minuto

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