sábado, 17 de abril de 2010

El Folclor de la Ciudad mas grande del mundo y su Cantor II




Pueblo Chico, Infierno Grande

En alusión a los chismes que alcanzan una mayor proporción mientras más pequeña sea una comunidad se acuñó el dicho de "Pueblo Chico, Infierno Grande". La Ciudad de México puede ser gigantesca, pero también hay barrios y colonias en las que aun hoy en día la actividad más "sabrosa"; el "deporte" más practicado es precisamente el Chisme.

Esto no se le escapó a Chava Flores que lo comentó en varias de sus canciones, por ejemplo, en El Bautizo de Cheto:

"Hay que reprieto escuincle/opinaron periodistas que lo fueron a mirar/tiene cara de chinche/ y sacaron hasta fotos del papá y de la mamá/ Hay que rechulo niño/ decían esas criticonas que no mas van a fisgar/ es igualito al último/ aunque diga don Quirino/ se parece a usted, ni hablar".

Sobre el mismo tema, los chismosos, escribió en La Casa de Lupe: "(...) Me fui hasta la cocina, mas pronto me salí,/olía muy mal/ la endina por trapos que hay ahi;/ los platos cochambrosos, (creo que del día anterior) y dicen que la Lupe, le pega a su señor/ por fin llegué a la pieza que sirve pa dormir / la cama no estaba hecha...¡ni quien se va a morir!/ ahí en el burocito un terno y un reloj/ también la veladora a la Virgen del Perdón. /Un chorro de retratos, ropero y tocador/ repleto de menjurjes, pinturas y loción; un kilo de pelucas, postizos por mayor/ razon pa que a la Lupe le digan la colchón".

"Me despedí de Lupe: saludos a Manuel,/besitos para el perro, patadas para él. /Salí de aquella casa sin nada comentar no vaya a creer la Lupe que fui pa creticar".

Desde el principio Salvador Flores compuso canciones jocosas. Algunos de sus primeros títulos: Me muero de hambre, pero de ti me acuerdo, Los tamales de Bruñilda y No vuelvo a pedir prestado son algunos ejemplos, aunque como bien lo saben muchos aficionados a la música popular su primer gran éxito fue cuando Pedro Infante interpretó aquella canción cuya letra y música es bien conocida Peso sobre peso.

"(...) El dinero que yo gano, todititito te lo doy/ te doy peso sobre peso, siempre hasta llegar a dos/ tu no aprecias mis centavos y los gasta que da horror/ yo por eso no soy rico, por ser despilfarrador.

Sus Grandes Éxitos
Por su parte como intérprete de sus propias canciones Chava tuvo entre sus principales éxitos La Interesada.

"Si yo te bajara el sol/ quemadota que te dabas (habas). Si te bajara la luna/ como diablo las cargabas (habas) Si te bajara una estrella/ vida mía te deslumbrabas/ Mejor no, no te bajo el sol ni la luna ni la estrella/ no seas tan interesada"

Y para continuar con el estilo "romántico" hay que recordar La Taquiza, cuya letra es tan simpática que uno de los mejores interpretes de Chava, Ruben Shwarzman, en lugar de cantarla la declamaba como poesía chusca:

"Pudo más una taquiza que mi más ferviente amor
cuando yo me declaraba te dio un hambre de pavor";
yo te hablaba de bonanza, te empezaba a apantallar
y las tripas de tu panza te empezaban a chillar...

"Si pa' un taco no te alcanza
no salgais a platicar.
Al pasar frente a los tacos yo te daba el corazón,
tu -en lugar de recibirlo- te metiste hasta un rincón.

"Pa' decirte te quiero, ya te tuve que alcanzar;
tu ordenabas al taquero...tres de lengua, pa' empezar
y otros tacos de suadero, seis de bofe y de cuajar.

"Te explique, casi llorando, que te amaba con pasión;
tu le entrabas a los de ojo, tripa gorda y corazón.

"Cuando quise poner fecha pa' la iglesia y pal cevil
te aventaste como flecha al cachete y nenepil...
erutabas satisfecha, yo te hablaba de perfil

"Al seguir con los de oreja, me entró la preocupación;
vino trompa, sesos, buche, los de nana y chicharrón
siguió el cuero a la taquiza y hasta el hígado surgió
y llegó la longaniza la cesina y el riñón.
y al entrarle a la maciza me saliste con que ¡no!

"Al notar que me enojaba, te alcanzaste a refinar,
tres cervezas bien heladas, seis machitos...pa acabar.
cuando al fin vino la cuenta me tuvieron que prestar.

"-Ya sta gueno de botana, ora invitame a cenar.
- Que te mantenga el gobierno...¡que manera de tragar!

Los romances en las canciones de Salvador Flores resultaban poco afortunados; sin embargo el galán urbano "ni suda ni se acongoja", toma las cosas con filosofía y se burla de su despechado amor, como en otra canción que interpretaba con mucho acierto Ruben Shwartzman:

"Ingrata perjida/ tu me estrujates/ toditito el corazón/y yo benévolo/ hablábate de amores/ y decíate mi anémica pasión/ burlabates todita/ de mi ánimo extasiado/ andábates creyendo/ que iriame yo a matar/ pero fallote/ y ecuánime reprocho tu intrínseco deseo/ que indúceme a olvidar/ Salga lo que salgare/ ahora te involucro/ en las sucias maniobrias/ que usastes para mi/ Ingrata méndiga/ palabras no son obras/ ahora tu me sobras y yo te falto a ti".

El lenguaje utilizado en esta canción resulta curioso: por una parte el despechado deforma el idioma al decir "maniobria", "perjida" y acentuar "méndiga" en la primera "e" y por otra parte utiliza palabras que pueden parecer poco comunes en una persona de escasa instrucción, tales como "ecuánime" "intrínseco" e "indúceme", en fin un lenguaje híbrido (que palabra tan dominguera) entre lo rural y lo urbano.

La Revalorización de Chava

Rubén Shuarzman "desempolvó" las canciones de Chava Flores y prácticamente lo hizo su autor de cabecera, con lo que el mismo alcanzó gran éxito en esos sitios donde se interpretaba el llamado "canto nuevo", en las "Peñas" que antecedieron a los antros y coexistieron en los setentas con las discotecas.

Salvador "Chava" Flores empezó a ser revalorizado por las nuevas generaciones a finales de los años setentas. Se recordó entonces que él era el autor de las canciones que habían alcanzado una gran popularidad entre otras, "El Gato Viudo"

"Cuando la luna/ se pone re grandota/ como una pelotota/ y alumbra el callejón/ se oye el maullido del triste gato viudo/ y su lomo peludo/ se eriza con horror/ pero no falta quien manda un zapatazo/ que salga hecho balazo a quitarle lo chillón/ y en el alero, del místico tejado, el gato se ha quejado cantando esta canción:

"Para curar el mal de amores, dijieron los doitores/ que no había salvación/ ahora me dicen gato viudo/ porque una gata pudo/ quitarme lo chiquion.

Alrededor de 1984, Shwartzman fue invitado a grabar un programa de televisión en el que interpretaría con su muy peculiar estilo las canciones de Flores, sin embargo intempestivamente se presentó un infarto que truncó la vida del cantante.

Pero ya para entonces la gente quería saber más de las canciones "chistosas" y "pegajosas" de ese compositor que reflejaba problemas tan cotidianos para la dificultad para conseguir personal para el servicio doméstico:

"Por 600 pesos que me da asté a la semana/ como criada yo no admito tanta discriminación/; yo jui titulada en las colonias de más fama/ siempre que mi corren me dan recomendación/ Asté por sus jierros quiere coma en la cocina, cuando tengo por costumbre comer en il comedor".

Otro problema de grandes proporciones en la Ciudad fue el de los esposos que les eran infieles a las mujeres con las sirvientas. Así lo contó:

"Ora, hablando de asté/voy contarles mi aventura/ cuando por ciliosa una patrona me corrió/anda por el mundo sin su padre una criatura/ niego su apellido...secreto de profesión. En el trochis mochis de la vida, una si incuentra, con cada canalla de patrón...valgami Dios/ que si una aguanta la patrona nos revienta, pero ha habido casos que...¡hasta corren al patrón!/ Ujuy, yo soy la criada/ soy más mimada que los niños del patrón/ Ujuy, no soy empleada/ Soy di la casa otra siñora del siñor"

De costumbrista a folclorista urbano

Salvador Flores ya había sido popular, incluso de una canción suya La Esquina de Mi Barrio se inspiraron para hacer una película en la que el mismo fue contratado como actor compartiendo créditos con el cómico Chicote.

A finales de los setentas "agarro su segundo aire". Ahora ya no se le consideraba como autor de canciones costumbristas sino que se le reclasificó en el género (quizá mas pomposo) de "folclorista urbano".

Se le reconoció nuevamente su talento y la gente nuevamente quiso escucharlo y lo admiró también por su modestia y simpatía aunque ya había perdido aquel "su chorro de voz".

"Yo tenía un chorro de voz/yo era el amo del falsete/ai lara laaai...por el canto me di al cuete y por fumar me dio la tos/ y de aquel chorro de voz/ solo me quedó un chisguete.

El autor resurgió como personaje famoso y se pudo conocer más de su prolífico repertorio en él que se recogían los más simpáticos detalles de la vida urbana, hasta el ambiente de los cines "de piojito" como en Dos horas de balazos:

(...) No duraron los ladrones ni dos horas de balazos/ con tamaños pistolones les ganaron los muchachos/ Tom Mix, Buck Jones, Bill Boyd, Tim Mc Coy.

Al ritmo de vals también dio a conocer algunos de los pormenores de la vida familiar urbana como el simpático cuento de hadas:

"Una vez frente al viejo Castillo (poing poing) que es papa de los niños del seis/ (poing poing poing) nos sentamos a oir cuentos de hadas/ espadazos y brujas también (poing poin poing)/ nos contó que una vez una reina/- su marido chambeaba de Rey- en un cuarto muy triste lloraba, pues la luz les cortaron antier. / Como el rey era pobre ganaba, treinta míseros pesos al mes, por supuesto que no le alcanzaba, para darse una vida de rey (...)

Desde el Mercado
Salvador Flores se había convertido en una persona del pueblo que había conquistado el poder de los medios de comunicación.

El Instituto Nacional del Consumidor lo consideraba el personaje idóneo para dar mensajes de economía familiar y lo contrató para un programa que fue modelo pese a su bajísimo presupuesto: Desde el Mercado. La presencia de Chava Flores bastaba para hacerlo simpático y entretenido.

En 1986 Salvador Flores decide buscar aires más limpios a los del Distrito Federal. tal vez por problemas de salud o quizás vez para recuperar la inspiración en el ambiente de una ciudad en crecimiento, eligió Morelia.

De todas maneras venía frecuentemente a la Ciudad de México para cumplir con compromisos de trabajo, Aquí falleció un Sábado, Distrito Federal, en vísperas de celebrar su onomástico.

Sus canciones pueden considerarse como clásicas y son excelente testimonio de una forma de vida que poco a poco se transforma, si bien no se pierden costumbres como las reseñadas en A que le tiras cuando sueñas mexicano/ a hacerte rico en loterías con un millón/ mejor trabaja y alevantate temprano/ con sueños verdes solo pierdes el camión (...)

El repertorio de Chava Flores, es de más de 300 canciones, la mayoría chuscas, otras sencillamente sobrias y que muestran enamoramiento por la Ciudad como En México... vive la gente/ que lucha y que siente/ que lo ara mejor/ en México el hombre es hermano, se da al ser humano/ un trato de honor

Un adiós con sus propias palabras


Salvador "Chava flores" fue un hombre que vivió con entusiasmo y que vio las cosas con humor. El definió así su vida profesional:

Creo, y esta es una opinión muy personal que los compositores servimos para brindar nuestros sueños a las personas que no saben soñar, para otorgar un poco de espíritu a los que anteponen al suyo mezquinos intereses, para darle a la vida un pequeño toque de nuestro propio sentimiento. La persona que canta no es una persona que llora ni guarda tristezas. cuando un pueblo canta, el espíritu se llena de paz y esperanza. música y canciones surgen donde hay alegría y si hay alguna tristeza, también surgen para evocar recuerdos gratos, sueños pasados, sueños muertos, que vuelven a la vida gracias a la magia de una canción. trabajar en esto no es cosa fácil aun cuando se tiene conciencia de las vicisitudes. "Un compositor debe tener sentimiento para palpar todo esto, y valor para seguir adelante, y si su esfuerzo no se valora aun asi debe hallar fuerzas en su propia desilusion porque esto en si ya tiene un enorme valor, un valor incalculable: de ella nacen los sueños nuevos y quizá estos sean mejores sueños."
"¿Para que sirven los compositores?
¡para darle sabor al caldo y...NADA MAS!
SALVADOR FLORES RIVERA






El folclor de la ciudad más grande del mundo y su cantor I


"La persona que canta no es una persona que llora ni guarda tristezas". Cuando un pueblo canta el espíritu vibra y se llena de paz y de esperanza". La ciudad de México y su área conurbada tienen su magia y su folclor, su encanto y su gracia, por eso ha merecido que le canten.

A Guadalupe Trigo fue a quien le correspondió escribir el himno de esta gran ciudad: . -"Mi ciudad es chinampa en un lago escondido, es tzenzontle que busca donde hacer nido, rehilete que engaña la vista al girar"- pero fue a Chava Flores a quien le correspondió registrar los detalles que conforman el folclor urbano.

Porque el folclor ha estado siempre, entendiéndose esta palabra como el conjunto de las tradiciones, creencias y costumbres de las clases populares, solo que ha variado mucho desde aquel México de Ayer sobre el que "Chava" Flores escribió "Una indita muy chula/tenía su anafre en una banqueta/ su comal negro y limpio/freía tamales en la banqueta, gorditas de masa/piloncillo y canela/al salir de mi casa/compraba un quinto para la escuela...Estas cosas hermosas, porque yo así las , ya no están mas en mi tierra/ya no están mas aquí".

Salvador Flores Rivera nació el 14 de enero de 1920 en la calle de la Soledad, en el corazón del barrio de la Merced de la ciudad de México. Lo que se podía apreciar entonces en su canción:

Empedradas sus calles/eran tranquilas, bellas y quietas/ los pregones rasgaban el aire limpio/Vendían cubetas, tierra para las macetas/ la melcocha, la miel/chichicuilotes vivos/mezcal en penca y el aguamiel...

"Las calandrias paraban/ solo el viejito fiel/ que vendía azucarillos/ improvisaba su verso aquel: Azucarillos de a medio y de a real/ para los niños que quieran comprar".

"Hoy mi México es bello/como nunca lo fue/ pero cuando era niño/ tenía mi México, un no se que".

En esa canción Mi México de ayer, Salvador Flores dejó por un momento el estilo irónico que caracterizó sus composiciones y recordó con melancolía esa vieja ciudad. Es quizá su melodía más acabada y más cuando se escucha en voces como la de Viola o Guadalupe Pineda.

El Metro y la Ruta 100
Hoy los pregones son muy escasos y si los hay razgan el esmog y no el aire limpio. Muchos jóvenes no sabe que una calandria es un carruaje tirado por caballos, o ya desde hace muchos años el mejor transporte es el Metro, al que también le cantó Chava Flores.

"Voy en el Metro...¡Que grandote, rapidote y que limpiote/ Que deferencia del camión de mi compadre Jilemón/ que va al Panteón/ aquí no admiten guajolotes/ ni tamarindos", zopilotes, ni huacales con elotes/ ni costales con carbón.

"Adios mi linda Tacuba, ya pasamos por Cuitlahuac, ya pasamos por Popotla y el Colegio "melitar"/ya me estoy arrepintiendo no haber hecho de "las aguas"/si me sigue esta nostalgia yo me bajo en la Normal".

Los agentes de tránsito ya no usan uniformes de color tamarindo y para la década de los ochenta, en los camiones de la "Ruta 100" no se vale ir colgados del estribo como "zopilotes", aunque de cualquier manera la canción conservó su vigencia.

Lo que no varía en el folclor urbano, pese a la crisis, es el río de gente que cada sábado recorre las céntricas calles para hacer una compra y por la noche busca donde tomar una copa antes de rematar con un platillo caldoso para evitar la cruda.

Así es el "Sabado Distrito Federal" al que le cantó Chava Flores:

"Desde las 10 ya no hay donde parar el coche/ ni un ruletero que lo quiera a uno llevar/ llegar al centro/atravesarlo es un desmoche/ un hormiguero no tiene tanto animal.

"Los almacenes y las tiendas son alarde/ de multitudes que así llegan a comprar/ al puro fiado porque está la cosa que arde/ al banco llegan nada más para sacar (...) toda la tarde p'al café se van los vagos/ otros al pokar, al billar o al dominó/ ¿y la familia? muy bien gracias no comió"

Prende la Luz


La Ciudad crece y aunque hay quien dice que se deshumaniza, lo cierto es que se conservan algunas tradiciones, sobre todo en las colonias populares, por ejemplo la de llevar serenata. En "Las otras Mañanitas" nuestro personaje enfatizó:

"Por favor, prende la luz, nada te cuesta/ que te quiero dedicar esta canción: ya nos anda porque nos abras la puerta/ y nos brindes una copa de licor./ Es tu Santo y a cantarte hemos venido, nos escucha muy atento el velador/ le suplico, te lo ruego te lo pido/ nos invites a pasar al comedor. Varias veces ha pasado la patrulla, y nos pone en muy difícil situación; si nos llevan para "el bote" es culpa tuya/ por no hacernos una fiel invitación. /Yo te juro que a la gorra no venimos/ no tampoco a recibir tu ingratitud, pues no es justo que lleguemos y nos y nos fuimos/ sin echarnos una copa a tu salud..."

Salvador Flores conoció el folclor de casi todos los barrios de la Ciudad de México. El mismo explicaba: Parece que mi papá no pagaba la renta porque a cada rato nos cambiabamos de casa, de la Merced a Peralvillo y de ahí a la Tepeyac.

Valor Testimonial

Sus canciones tienen un valor testimonial, por ejemplo cuando ampliaron la avenida Paseo de la Reforma compuso "Vino la Reforma", donde con varios juegos de palabras ironiza sobre el puente que unirá una colonia tradicionalmente popular con una zona residencial:

"Vino la Reforma, vino la Reforma/ Vino la Reforma a Peralvillo;/ora si, las Lomas ya semos vecinos, ¡Ya sabrás mamón lo que es bolillo!.

"Vino la Reforma,vino la Reforma/ ya sabrán Las Lomas de los tacos: de cachete y bofe, para que haiga roce/ pa' que los de la alta/ sepan ya vivir".

Pero estábamos en que Chava conoció varios barrios y este no fue únicamente porque su padre no haya pagado la renta sino porque ya en la edad adulta se desempeñó en diversos oficios que lo hicieron cambiar frecuentemente de rumbo: hizo corbatas, atendió una carnicería, trabajó como transportista, hasta fue tendero.

Todas estas experiencias le permitieron captar la forma de vida popular y con un poco de fantasía -Y otro poco de picardía- logró canciones que reflejan el folclor urbano.

En 1949 Salvador Flores decidió fundar su propio negocio ligado a la música mexicana: recopiló algunas de las mejores melodías y las imprimió para una publicación a la que denominó "Álbum de oro de la Canción"

En esta revista los aficionados a la música pudieron conocer la letra de canciones de Luis Alcaraz, Carlos Crespo y otros autores de la época.

Durante algún tiempo la recolección de canciones y su difusión tuvo éxito, aunque como sucede con muchos proyectos editoriales llegó el momento en que se volvió imposible financiarla. De todas maneras Salvador ya había probado las mieles del ambiente musical y se dedicó a componer. Uno de sus méritos es que sus temas no eran en absoluto complicados. Literalmente de cualquier cosa podía inspirarse para hacer una canción, hasta de la observación de "La Esquina de Mi Barrio":

"En la esquina de mi barrio hay una tienda que se llama La ilusión del Porvenir/ junto de ella esta la fonda de Rosenda/ que en domingo le echa al mole ajonjolí. /Frente se halla la botica "La Aspirina"/ donde surte sus recetas mi amá; /tiene junto a la cantina Mi Oficina/ donde cura sus dolencias mi apá/ y le sigue La Mejor carnicería, donde vende el aguayón Don Baltazar. Es la esquina de mi barrio, compañeros/ un lugar de movimiento sin igual; /los camiones, los transeuntes y los perros; no la cruzan sin tener dificultad"






viernes, 16 de abril de 2010

Nine, Una Vida de Pasión

En 1963 Federico Fellini bautizó como Guido Anselmi a su personaje central en 8 1/2; en 2009 el personaje se llama Guido Contini. Aquella vez fue interpretado por Marcello Mastroiani y en ésta por Daniel Day-Lewis, acompañado por algunas de las actrices más emblemáticas de la primera década del Siglo XXI.

Marion Cotillard (ganó el Oscar como mejor actriz por su interpretación de Edith Piaff en La vie en Rose, a pesar de que no era una película hablada en inglés como se acostumbra premiar en Hollywood) Judi Dench, (la jefa del servicio secreto en varias películas de James Bond y ganadora del Oscar en 1999 por su papel en Shakespeare in Love) Penélope Cruz (ganadora del Oscar por su papel en Vicky, Cristina, Barcelona) Sophia Loren (icono del cine que no necesita mayores referencias, pero que también ganó un Oscar en 1960 por la cinta La Ciociara) y Nicole Kidman (Oscar en 2003 por la película The Hours donde interpretó a la escritora Virginia Woolf)

El propio Day Lewis, había ganado antes dos óscares por las películas Petróleo Sangriento y Mi Pie Izquierdo.

Estos antecedentes para puntualizar que Nine no sólo es una película sobre cine que hace homenaje a Federico Fellini, uno de los más destacados directores de la historia, sino a la creatividad, la complejidad y todo lo que hay detrás de la industria del Séptimo Arte.


Para dar a los lectores elementos de decisión para ver o no esta película, nos parece relevante comentar que en 2002, la publicación francesa Positif, eligió 8 1/2 como la tercer mejor película de la segunda mitad del Siglo XX. La obra fue adaptada al teatro como Nine y ganó el premio Tony al mejor espectáculo musical del 2003.

Así que Nine, Una Vida de Pasión es una adaptación del musical, adaptado a su vez de la película de Fellini.

Permítanos el lector, con el pretexto de que un blog tiene como idea original la de ser un diario que expresa sentimientos personales, contarle la siguiente anécdota.

En la década de los ochenta un amigo cinéfilo me comentó que vio la película de Fellini y no la entendió, por lo que decidió verla una segunda vez y se quedó con la misma impresión.

Tal vez sugestionado por esta apreciación cuando yo la vi, ya considerándome cinéfilo, tampoco la entendí a los veintitantos años. Sin embargo esta adaptación de la adaptación me conmovió como no lo había hecho nada en mucho tiempo.

Y es que a los cincuenta años, como le sucede al personaje de ficción, seguramente muchos hemos vivido la sensación de no ser lo que la gente ve de nosotros. De los escritores se habla mucho de la angustia de la página en blanco. En este caso es un director de cine del que se espera mucho, al que precede una buena fama, que no tiene idea de como hacer su nueva película

Tampoco sabe que hacer ni con la esposa que ama, ni con la amante que le plantea un conflicto entre la pasión y la razón, ni con la musa a la que es incapaz de darle un guión acorde a su belleza y su talento. Una crisis existencial que lo lleva a refugiarse en el recuerdo de su educación religiosa y de su madre, que en una fantasía le recuerda que nadie puede resolver los problemas sino uno mismo.

(¿Pero como así? Le dice una voz en off al director Federico Fellini en una de sus películas, reclamandole un final abrupto. Al menos un rayo de luz, un poco de esperanza. Y como en el cine cualquier fantasía es posible, en un estudio totalmente oscuro de repente vemos un filo de luz que proviene de una puerta, apenas abierta para dejar pasar un poco de luminosidad)


Cuando Fellini emprendió el proyecto de 8 1/12 ya había dirigido ocho películas completas y el segmento de otra llamada Bocaccio 70 . Eso le da explicación a ese inusual título con números y no con palabras.

Al intentar contar su propia experiencia, hizo de Ocho y Medio una película de culto, pero no la más popular de su carrera.

El final de Nine, tan solo por las actrices que aparecen en escena y por las personas que se suben a la silla del director, es una oda a la esperanza... pero al fin y al cabo es solo una película y si es o no un final feliz, entra en el criterio del espectador y en la libertad de la ficción.

Pero en la vida real, después de esta crisis de identidad de Fellini, vinieron 15 películas más entre las que se encuentran obras de antología como Ensayo de Orquesta, Y la Nave Va, Julieta de los Espíritus, Ginger y Fred y La Entrevista.

Que quiere decirnos Ramsés Ancira o que quiere decirse a si mismo con esta crítica-ensayo de Nine. Me parece que el mensaje intenta ser que por más confusa que parezca una situación y por larga que parezca una crisis, tanto en el cine como en la vida real, continuar trabajando, al final siempre da frutos. Sólo la inmovilidad conduce a la nada.

Si tiene usted la edad o la madurez o la cinefilia incurable, seguramente le gustará Nine; si no la ha visto y ha llegado hasta el final de este largo ensayo, seguramente le interesará descubrirla con sus propios ojos; y finalmente si le gusta o no en su conjunto, seguramente algo le quedará de inolvidable, la increible belleza de Sophia Loren, en una edad a la que a simple vista muchas mujeres proyectan a una anciana; los ojos de Nicole Kidman, la atracción sensual de Penélope Cruz, las canciones y coreografía , o el libreto de Michael Tolkin y Anthony Mingella (El Paciente Inglés, Cold Mountain, El Talentoso Sr Ripley) películas que también estuvieron nominadas al Oscar y otros premios.

Lo que es seguro es que le guste o no en su conjunto, Nine no será una cinta que le deje indiferente.

Una kathedra en un minuto

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