Comunicado del Movimiento de Vecinos por Narvarte

México, D.F. a 30 de Diciembre de 2010
El día de ayer, 29 de Diciembre, amaneció con el espantoso ruido de las
retroexcavadoras, palas y picos de los obreros que realizan ya las obras en Diagonal
San Antonio y Pitágoras. Fue una mañana muy diferente a las de los pasados 20 días
en las que los vecinos de Narvarte veíamos el amanecer haciendo guardia en nuestra
representativa carpa acompañados del terrible frío decembrino, pero con la esperanza
en nuestros corazones de que las obras no se realizarían en esta zona. Sin embargo,
desde el lunes nuestras esperanzas se vieron destruídas y aplastadas ante el brutal
despliegue de fuerza pública, cuando por nuestras calles, que hemos vivido durante
años en paz, se vieron violadas por la entrada de cientos de granaderos y maquinaria
pesada, acompañada de trabajadores listos para destruir el pavimento y satisfacer los
intereses de unos pocos beneficiados con este hecho, como la empresa concesionada
Cemex y el G.D.F.
Ya no hubo más guardias ni más vecinos manifestándose de manera pacífica en las
calles. De cualquier forma, seguíamos rodeados de granaderos, ya en menor cantidad,
pero de igual forma vigilados e intimidados por la fuerza pública como si fuéramos
criminales, en lugar de ser únicamente vecinos que sólo defendieron sus derechos,
ciudadanos que creyeron que la ley se iba a respetar.
Ante este panorama, sólo nos restaba reorganizarnos como comité vecinal y ver qué
medidas eran las que se tomarán a partir de hoy. El sentimiento era generalizado, nos
sentimos humillados, indignados y dolidos ante estos actos autoritarios y arbitrarios
del gobierno. Nos seguimos cuestionando cuáles fueron las razones del GDF,
Proyecto Metrobús, SETRAVI, etc., para tomar la decisión de cambiar el trazo
original del proyecto tantas veces, de Cumbres de Maltrata a Diagonal San Antonio
Oriente, después a Diagonal San Antonio Poniente hasta Rebsamen y finalmente
cortar el trazo y hacerlo únicamente hasta Pitágoras. Razones que fueron solicitadas
por escrito incluso y que nunca quedaron claras. ¿Fue por la oposición de los vecinos?
Porque de ser así ¿cuál es la diferencia entre los vecinos de estas calles y nosotros?
¿Acaso no somos todos ciudadanos con los mismos derechos y obligaciones? ¿Qué
nos hace diferentes a estos vecinos que también protestaron y cuyos argumentos
legítimos sí fueron escuchados y tomados en cuenta? ¿Fue quizá el nepotismo de las
autoridades delegacionales cuyos hogares se iban a ver afectados por las obras y que
por estar en un cargo público contaron más que las nuestras que eran demandas y
temores igual de legítmos? Estas dudas siguen en el aire.
En entrevistas de radio, Martín Juárez, Director de Concertación Política del GDF,
declaró que en este caso ya no había plan B, ni reconsideración porque era la opción
más viable y la que menos afectaba a vecinos. Ante estas declaraciones nuestra
pregunta es ¿Qué acaso no cuenta su equipo con expertos urbanistas, ingenieros y
arquitectos que al iniciar las obras tienen como obligación analizar las rutas más
viables y convenientes al proyecto? Si ésta era la mejor opción, debió serlo desde que
se planteó el proyecto original de la Linea 3 que tendría que haber considerado el
retorno de sus unidades en algún punto. Era imposible pensar que estas personas,
según expertas en la materia, pensaran que los camiones iban a seguir derecho hasta
el infinito sin tener que dar vuelta en algún punto. O es que se debe a que la Línea 2
se concesionó a otra empresa diferente a la de la Línea 3 quien se opuso a compartir
su retorno en Anaxágoras. Ya que esta fue una de las opciones propuestas por los
vecinos, pero que no se consideró. Así, como el que el gobierno comprara algún
predio de la zona (ya que hay varios que están en desuso) para que pudieran
estacionar ahí las unidades que ahora se estacionarán sobre la calle de Diagonal San
Antonio. Pero todos estos argumentos eran desechados rápidamente con el pretexto de
que ya no tenían ni tiempo ni presupuesto. Lo cual nos obliga a pensar que esta
apresurada decisión se debió únicamente a los intereses del GDF y sobre todo a la
empresa que ganó la licitación y a la que está concesionada la obra, que como todos
sabemos es objeto de multas altísimas si no cumple con los plazos y fechas de
entrega.
Es así como víctimas de los intereses de unos cuántos que se amparan bajo el pretexto
de que es una obra para el bien común, los vecinos de la Colonia Narvarte fuimos
amagados y aplastados por la fuerza pública en un despliegue de 600 granaderos o
más que no consideraron en ningún momento que a las personas que atacaban eran
seres humanos, ancianos, mujeres, niños, jóvenes profesionistas, gente de bien que
vive y trabaja en esta zona, que paga impuestos, que genera empleos y que sólo busca
vivir en un México mejor. Sin embargo, nos agredieron, empujaban a las ancianas con
bastones sin ningún miramiento, porque su orden era retirarnos de ahí, fuera como
fuera.
Estos son hechos lamentables e indignantes no sólo para los vecinos que los
padecimos, sino para todos los ciudadanos que como sociedad no podemos
permanecer ciegos y mudos ante la impunidad. Por que no somos los únicos que
hemos sido tratados de esta manera, ya que las múltiples obras del GDF han afectado
a muchos quienes se han manifestado y que han sido tratados con la misma
brutalidad. Y lo más indignante es que lo quieran minimizar a simples caprichos de
unos cuantos, cuando no se toma en cuenta la opinión de la ciudadanía que se da
cuenta de la mala planeación de las obras y que únicamente exige que se respete su
derecho a una vida mejor.
Insisto en que nuestro movimiento jamás se pronunció en contra del Metrobús como
transporte público, ni al crecimiento de esta gran urbe, que forzosamente requiere de
servicios públicos más eficientes. Nuestra protesta era contra el mal planeamiento de
las obras y a las razones que manifestamos en incontables ocasiones para oponernos a
que estas se realizaran en esta zona.
De igual forma, seguimos manifestando que este fue legítimamente un movimiento de
resistencia civil pacífica apartidista y que no permitiremos que se ensucie con actos de
infiltrados que el pasado martes llegaron a tratar de hacer un show a costillas de la
lucha que construimos nosotros durante 20 días, con el apoyo de todos los vecinos, de
nuestra maravillosa gente de la tercera edad, las señoras y señores que a pesar de las
inclemencias del tiempo se mantuvieron día y noche custodiando nuestra carpa y que
justamente por ellos, no podemos permitir que esto acabe aquí.
Nos quitaron por la fuerza, porque nada podíamos hacer los 60 o 70 vecinos que nos
encontrábamos defendiendo nuestras calles contra los 700 granaderos que nos
rodeaban. Porque se impuso el autoritarismo y la arbitrariedad.
¿Qué sigue? Por el momento y ante la inminencia de las obras, sólo el reclamar a las
autoridades que tengan palabra, que se comprometan legítimamente a cumplir con las
medidas de mitigación.
Es por eso que el día de ayer 29 de diciembre se convocó a una mesa de diálogo con
Martín Juárez, quien arribó a una oficina de uno de los vecinos de Diagonal San
Antonio rodeado de una comitiva de 13 personas, en la que se presentó un documento
revisado por el comité vecinal de las 11 propuestas con algunas modificaciones, entre
las cuáles se contemplaba un horario específico de trabajo durante el tiempo de obra,
que se restringiera sólo de 8:00AM a 8:00PM para procurar el descanso de los
vecinos durante la noche, debido a lo molesto que es el ruido de las máquinas, entre
otras solicitudes que garanticen nuestro bienestar.
El día lunes 3 de enero del 2011, tendremos una junta con el Subsecretario de
Gobierno Juan José García Ocho a las 12:00hrs., en la cuál expondremos los hechos
de este movimiento. Cabe mencionar que este funcionario desacreditó nuestro
movimiento declarando en medios que esta zona no se vería afectada ya que estaba
abandonada, no había vecinos afectados y que en ningún momento hubo presencia de
granaderos. Lo cual nos molestó mucho, ya que no sólo insultaba nuestra inteligencia,
sino la de todos los medios de comunicación que fueron testigos presenciales y que
tienen documentado en video y fotos el despliegue de fuerza pública que se llevó a
cabo.
Nuestro único objetivo en esta materia, cabe recalcar, es garantizar que ya que no se
logró un diálogo que favoreciera el bien de la comunidad y que trasladara las obras a
otro punto más viable, al menos, que nuestros gobernantes puedan de manera honesta
y verídica, garantizar que van a vigilar que éste no se convierta, como otros paraderos,
en un centro de delincuencia, basura, ambulantaje e inseguridad. Ya que como bien se
comprometieron, procurarán a la zona alumbrado, cámaras de seguridad,
rehabilitación de áreas verdes, limpieza, impedirán el ambulantaje y respetarán los
horarios y áreas delimitadas para su operación, etc. Por nuestra parta instalaremos un
comité de vigilancia que esté al pendiente de que esto se cumple y se reporte a la
primera anormalidad.
Por esto mismo, acudimos también al llamado de los medios de comunicación,
quienes han sido nuestra voz y nuestra seguridad para que se haga público este
compromiso y se cumpla.
Por último, volvemos a agradecer a todos los medios de comunicación por su
extraordinaria cobertura y solicitarles que sigan siendo nuestra voz y que junto con
nosotros, sean testigos y vigilantes del compromiso de las autoridades con la
ciudadanía, al tiempo que se hace la denuncia pública de la forma de actuar de nuestro
actual gobierno central.