Seis pares de calcetines para diabéticos, por 98 pesos, lo mismo que costaría un solo par en Samborns o cualquiera otra tienda departamental; tres bikinis de algodón para caballero 35, 53, u 80 pesos, según la marca; paquete con tres boxers de 80 a 300 pesos. Una chamarra ligera, pero abrigadora 100 pesos, a tres calles, en Suburbia o cualquiera de las tiendas de República de El Salvador, la misma prenda vale 400 pesos, ya rebajada, esos son los precios que se pueden encontrar en Correo Mayor, una de las calles comerciales más tradicionales de la Ciudad de México.
Estos precios de los que hablamos corresponden a mercancías fabricadas en México, no a los de productos chinos o coreanos, que también los hay, por ejemplo calcetines muy vistosos de 10 pesos, solo que no son de algodón, sino de materiales sintéticos que provocan sudoración en los pies y mal olor.
Los negocios de más exito, pero ya muy bien organizados, son los de personas de origen judío, quienes además de tener filas continuas de compradores todavía se dan el lujo de atender pedidos de mayoreo de Tlaxcala y otras entidades del país. El secreto es ganar muy poco a cada pieza; pero vender decenas de miles al día.
Hay otros negocios fundados también por extranjeros, pero que son atendididos ya por varias generaciones de empleados mexicanos quienes cuentan con toda la confianza de sus empleadores. Los coreanos atienden personalmente sus tiendas, son más desconfiados, sus productos son de menos calidad y reciben con desconfianza a la gente advirtiéndoles que los estan grabando y que no tengan la tentación de guardarse la mercancía.
Correo Mayor es la calle de la ropa interior, pero también hay mucha ropa para hacer deporte y chamarras del estilo de las que usan los corredores de autos, pijamas y ropa para dormir.
Es una excelente opción para quienes busquen hacer negocio con boneterias en otras partes de la República Mexicana a las que por diversas razones, la seguridad sobre todo, no han llegado los grandes distribuidores.
Correo Mayor es la calle al oriente del Palacio Nacional por lo que recorrerla puede ser una muy buena opción después de visitar los museos y el recinto-homenaje a Benito Juárez montado por Raúl Noriega con objetos reales del presidente indígena más famoso de México, y otros que compró de ocasión en la Lagunilla, como es el caso de la cama de latón.
Es una excelente opción para comprar en la Ciudad de México, ropa hecha en México, con descuentos de hasta el 75 por ciento en promedio comparado con lo que cuestan en autoservicios y tiendas departamentales.
A pesar de que es una calle de altisimo tránsito peatonal, pocas personas conocen y disfrutan todas sus bondades comerciales, aun dentro de la Ciudad de México. Recórrala, sin llevar demasiado dinero encima, es uno de los atractivos turísticos y una oportunidad para hacer negocio.
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