Uno de estos coincidía con el estilo editorial de Cartelera DF cuando señalaba: Generalmente sigo la práctica de no escribir cuando no tengo algo bueno que decir, pero esta vez considero una obligación divina advertir a la gente para que no pierda su tiempo.
Otro decía que esta es sin duda la peor de las películas de Jarmush hasta el momento; alguno más que el cineasta tiene todo el derecho de hacer un cine personal, pero no deberían cobrar por verlo y un cuarto escribió de plano que Los Límites del Control puede compararse a la masturbación, pues Jarmusch hizo una película para satisfacerse solo.
Similar en cuanto a la carencia de diálogos, pero aquí con justificación plena por la coparticipación de actores no profesionales y a que la trama lo justifica al cien por ciento, es la película mexicana Parque Vía, del director de origen español Enrique Rivero.
Advertido el espectador potencial de que es una película densa, lo que se puede anticipar es que el conflicto es acerca de si el encierro, que puede ser un castigo insoportable, es también una forma insustituible de refugio ante un mundo hostil.
No está demás considerar que la única información que tiene Beto, interpretado por Norberto Coria, es la que proviene de noticiarios amarillistas elaborados en Miami y la de semanarios policíacos al estilo Alerta o Alarma!
Continuamos con dos melodramas: Al igual que en Parque Vía, en Strella el director griego Panos H Coutras utiliza el recurso de una actriz no profesional como protagonista de un relato sobre transexualidad con todos los elementos de la tragedia griega, en la que parece que los personajes no tienen salida para un destino fatal.
Strella es una película clásica de Muestra en tanto que nos permite atisbar la cinematografía de un país poco o nada representado en las carteleras tradicionales, así como un género cada vez más definido como es el del cine basado en la diversidad sexual.
Una curiosidad de la película es que salvo por la aparición de una niña, en esta película no participa nadie que haya nacido mujer. Con esto se satisfacerá la curiosidad de quien se pregunte si la actriz Mina Orfanau, está interpretando a una transexual. Lo cierto es que ella lo es en la vida real.
Strella está emparentada con las películas de Pedro Almodovar en cuanto al uso del melodrama con humor negro y al desenlace poco previsible.
Esto nos conduce a la cuarta y última película de esta primera parte de nuestra reseña de la 61 Muestra Internacional de Cine: Los Abrazos Rotos
Como es costumbre en Almodovar, no prescinde de una de las estrellas que el mismo alcanzó a encumbrar, en este caso de Penelope Cruz, ni de las escenas sexuales bien justificadas; ni del humor negro ni del desenlace más cercano al optimismo que al final fatal.
Los Abrazos Rotos tiene ese tono de telenovela para adulltos de amplio criterio que también caracteriza al director manchego; pero en la que se acentúan las obsesiones, se muestran desnudos y se mantiene un humor ácido pero compasivo.
Puede no ser lo mejor de Almodovar, pero Los Abrazos Rotos sí es una película interesante, en los límites del Cine de Arte, pero con un argumento suficientemente emotivo como para no sentir que no llegó a ninguna parte, como ocurre con la cinta con la que empezamos esta reseña.
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