Imagen de la puesta en escena en México de Los Productores.
Nota: Las menciones que se hacen en letra cursiva más pequeña corresponden a los nombres de escenas o números musicales de las obras comentadas.
Por supuesto no es una obra magnífica y ni siquiera le arranca al público las carcajadas que en otro tiempo obtenía Mel Brooks en producciones televisivas como El Super Agente 86; de cualquier manera le hará mantener una sonrisa permanente, quizá un poco más amplia si entiende el humor judío, además de proporcionarle un rato de entretenimiento al que solo tienen acceso, hoy por hoy, los espectadores de Broadway en Nueva York, Buenos Aires y Madrid.
La continua rotación del elenco estelar puede ser un problema en su apreciación de la obra. Hay quienes de solo ver a Pedro Armendáriz ya se sienten como participantes de un homenaje a uno de los más prolíficos y estimados actores mexicanos y quienes no pueden ver el talento de Adalberto Ramones, sólo por su acostumbrada presencia de más de una década en la televisión comercial.
Para mucha gente del medio artístico mexicano basta que una obra se anuncie como producción de OCESA, para considerarla un proyecto de mucho oropel y poca sustancia. En efecto, tal vez sea por el tamaño de foros como los que ahora ocupan el espacio de los antiguos Televiteatros; pero difícilmente se logra la admiración que nos provoca la intensidad de actuaciones como las de los elencos de la Compañía Nacional de Teatro, en obras como Cantos desde el Infierno o Hipnódromo, por mencionar solo dos producciones del 2007.
Esto no obsta para que obras como Los Productores cumplan con lo que se puede predecir: luces brillantes manejadas por computadora, espejos, coristas de cuerpos escultóricos, escenarios de gran movilidad y escenografías que se sustituyen a la velocidad de las grandes producciones coreográficas de la MGM en la época del cine en Blanco y Negro.
En la historia de los musicales de la escena mexicana figuran por una parte El Fantasma de la Ópera, José el Soñador, ¡Que Plantón! Cats, Evita y Vaselina.
En otra categoría figuran puestas en escena como El Diluvio que Viene, Mi Bella Dama, ¡Hello Dolly!, Jesucristo Superestrella y Violinista en el Tejado.
¿Cual es la diferencia entre ambos grupos? Por supuesto en gustos se rompen géneros, pero mientras en en el primero aparecen las obras que se presentaron en México solo porque había mercado y se podía aprovechar una tendencia del teatro musical que triunfaba en el extranjero, en el segundo se trato de puestas en escena imprescindibles, sea por la calidad de sus actores, por sus conmovedoras tramas o por las maravillosas voces que nos permitieron conocer.
Los productores pertenece al primer grupo. Debemos agradecer la entonada voz y los esfuerzos dancísticos de Adal Ramones, sobre todo en el número Ser Productor yo Quisiera, la innegable simpatía de Natalia Sosa, el estupendo número- resumen de Max Bialistock en Traicionado y la vertiginosa coreografía de James Kelly, Susan Stroman y Bill Burns, sobre todo en el fragmento de teatro dentro del teatro de Flores para Hitler.
Con todo esto Los Productores todavía es una obra de segunda división entre las grandes producciones musicales presentadas en el histórico del musical en México.
Esto no la hace necesariamente prescindible y negarle sus valores de entretenimiento sería como caer en el grupo de amargados que niegan el valor de la idea de las playas artificiales en la Ciudad de México y las reducen a una ocurrencia populista solo porque ellos pueden darse el lujo de nadar en aguas menos saturadas.
En resumen Los Productores es una obra que se puede ver si se tiene la fortuna de tener una cartera suficientemente desahogada o al menos si se es integrante o conocido del grupo de empresas que reciben las promociones e intercambios de la carteler más comercial.
Los productores se presentan en el Teatro 2 del centro Cultural Telmex. Funciones: miércoles y jueves a las 20: 15 horas; viernes a las 18:30 y 21:30; sábados a las 17:15 y 21:15 horas; y domingos a las 13:30 y 18 horas. Los precios de boletos: VIP, $550.00; Orquesta, $450.00; Preferente 1, $350.00; Preferente 2, $275.00; y Preferente 3, $220.00.
(Atención: los tarjetahabientes de Spira que reciben la revista pueden cambiar un cupón y 10 pesos por dos boletos)
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