Por Ramsés Ancira
En la Cartelera D.F. procuramos, más que críticas o reseñas, hacer guías para los espectadores potenciales, a fin de evitarles gastos inútiles o sorpresas desagradables. En esta ocasión rompemos ese estilo para recomendarle ¡Vaya y aplauda de pié! al maestro Luis Gimeno y a su destacadísimo alumno Beto Torres.
Actores profesionales, y lo hemos contado aquí, consideran que a las Obras de OCESA, con todo su oropel y costosas producciones les falta corazón y teatralidad. Aquí se rompe la regla con dos actorzazos, quienes solo con sus movimientos y una escenografía sencilla, pero creíble, nos mantienen divertidos durante casi dos horas con todo e intermedio.
La sobriedad de Luis Gimeno, impide que su señor Green sea tan judío como el que seguramente interpreta en las funciones alternas Sergio Corona; pero la calidad del texto de Jeff Baron y la dirección de don José Solé, el hombre que hace de puestas comerciales acontecimientos tan notables como las mejores obras de la Compañía Nacional de Teatro, hacen de Visitando al Señor Green, un acontecimiento memorable.
Solé y Gimeno tienen décadas de conocerse, precisamente como miembros de la Compañía Nacional de Teatro; sin embargo para el gran público la calidad de trabajo de esta mancuerna teatral es poco conocida y si recuerdan a Gimeno es por los varios años que habló de las lavadoras “chaca-chaca” antes de que las procuradurías del consumidor prohibieran este comercial porque muchos creían a pie juntillas, que con cualquier detergente una cubeta se convertía en lavadora.
Sin recibir comisión por la recomendación, sino por darle servicio a nuestros lectores, deseamos recordarle a quienes tengan la tarjeta Spira que esta es una de las obras para las cuales se regala un cupón en la revista del Club. De esta manera por 10 pesos se pueden obtener dos boletos que valen 500. Por supuesto no les garantizamos que corran con la misma suerte, pero a nosotros nos tocaron boletos de la fila B, ni más ni menos que la segunda línea de un teatro de más de 200 butacas, que por cierto estaba casi lleno.
El Teatro Renacimiento, donde se presenta esta obra, forma parte del conjunto teatral San Rafael, por los rumbos del metro Normal. El detalle puede importar si tomamos en cuenta la calidad de las obras que siempre ha distinguido a los teatros de la familia Fábregas.
Visitando al señor Green es una obra que se ha presentado en algunas de las principales ciudades del mundo occidental. Para darse una idea de la calidad, mencionaremos que excepcionalmente ha obtenido premios en Europa, a pesar de que el autor es originario de los Estados Unidos.
¿Por qué nos atrevemos a recomendarle que vaya y aplauda de pie? ¿Cuántos actores tenemos en México que superando las siete décadas estén en plenitud y encuentren un texto maravilloso para ser dramatizado? Si usted tiene respuesta a esta última pregunta entenderá el porqué de nuestro entusiasmo, pero nada superará la emoción de su propia vivencia.
Actores profesionales, y lo hemos contado aquí, consideran que a las Obras de OCESA, con todo su oropel y costosas producciones les falta corazón y teatralidad. Aquí se rompe la regla con dos actorzazos, quienes solo con sus movimientos y una escenografía sencilla, pero creíble, nos mantienen divertidos durante casi dos horas con todo e intermedio.
La sobriedad de Luis Gimeno, impide que su señor Green sea tan judío como el que seguramente interpreta en las funciones alternas Sergio Corona; pero la calidad del texto de Jeff Baron y la dirección de don José Solé, el hombre que hace de puestas comerciales acontecimientos tan notables como las mejores obras de la Compañía Nacional de Teatro, hacen de Visitando al Señor Green, un acontecimiento memorable.
Solé y Gimeno tienen décadas de conocerse, precisamente como miembros de la Compañía Nacional de Teatro; sin embargo para el gran público la calidad de trabajo de esta mancuerna teatral es poco conocida y si recuerdan a Gimeno es por los varios años que habló de las lavadoras “chaca-chaca” antes de que las procuradurías del consumidor prohibieran este comercial porque muchos creían a pie juntillas, que con cualquier detergente una cubeta se convertía en lavadora.
Sin recibir comisión por la recomendación, sino por darle servicio a nuestros lectores, deseamos recordarle a quienes tengan la tarjeta Spira que esta es una de las obras para las cuales se regala un cupón en la revista del Club. De esta manera por 10 pesos se pueden obtener dos boletos que valen 500. Por supuesto no les garantizamos que corran con la misma suerte, pero a nosotros nos tocaron boletos de la fila B, ni más ni menos que la segunda línea de un teatro de más de 200 butacas, que por cierto estaba casi lleno.
El Teatro Renacimiento, donde se presenta esta obra, forma parte del conjunto teatral San Rafael, por los rumbos del metro Normal. El detalle puede importar si tomamos en cuenta la calidad de las obras que siempre ha distinguido a los teatros de la familia Fábregas.
Visitando al señor Green es una obra que se ha presentado en algunas de las principales ciudades del mundo occidental. Para darse una idea de la calidad, mencionaremos que excepcionalmente ha obtenido premios en Europa, a pesar de que el autor es originario de los Estados Unidos.
¿Por qué nos atrevemos a recomendarle que vaya y aplauda de pie? ¿Cuántos actores tenemos en México que superando las siete décadas estén en plenitud y encuentren un texto maravilloso para ser dramatizado? Si usted tiene respuesta a esta última pregunta entenderá el porqué de nuestro entusiasmo, pero nada superará la emoción de su propia vivencia.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario