Por Noé Torres Briseño,
Univision on Line
2 de Marzo de 2007
& También el sexo se aprende Jugando
CIUDAD DE MÉXICO – En la capital mexicana, museos los hay de todas las disciplinas. Existen espacios dedicados al arte contemporáneo y a la historia, a los niños, a la ciencia y a la naturaleza; pero sólo hay uno consagrado a honrar las fantasías sexuales y las más raras filias del hombre.
CIUDAD DE MÉXICO – En la capital mexicana, museos los hay de todas las disciplinas. Existen espacios dedicados al arte contemporáneo y a la historia, a los niños, a la ciencia y a la naturaleza; pero sólo hay uno consagrado a honrar las fantasías sexuales y las más raras filias del hombre.
Siguiendo el ejemplo de las grandes urbes del mundo, como París, Nueva York y Los Angeles, en el Centro Histórico de la capital del país abrió sus puertas el Museo del Sexo (Musex) de la Ciudad de México, según sus administradores, el único espacio en su tipo en toda América Latina. Con seis salas y unas 70 piezas en exhibición, la galería es un lugar donde el sexo se contempla como parte de la cultura y no como un prototipo de lo sucio, lo clandestino y lo morboso.
Al contrario, aquí la sexualidad se convierte en un juego. Una actividad lúdica donde todo se vale, jugar y aprender, divertirse y sorprenderse de lo maravilloso que es el cuerpo humano y todas sus funciones, explicó Iván Flores, uno de los dos guías de la exposición.“Todo está permitido”“A nuestras salas acude todo tipo de personas: jóvenes, parejas, padres de familia, homosexuales y heterosexuales.
Aquí no hay tabúes. Todo está permitido”, explica Flores, quien asegura que el recinto debería permitir la entrada a adolescentes, a pesar de que la única restricción para el ingreso de los visitantes es comprobar la mayoría de edad.
Supervisado por el sexólogo Miguel Ángel de Quevedo, cotidianamente el espacio organiza distintas conferencias y charlas con expertos sobre sexualidad, además de espectáculos recreativos que tienen como principal ingrediente al sexo en todas sus formas de expresión.“El museo está dedicado al aprendizaje de la sexualidad, un tema que en una sociedad como la nuestra se vuelve un espacio de suma importancia para formar e ilustrar a la población”, aseguró el guía, de ahí que el Musex sea tan significativo culturalmente como cualquier otro museo del país.
Es preferible que la gente venga a nuestro museo y aprenda lo que necesita saber, a que por ignorancia cometa errores que le pueden costar la salud y la propia vida, indicó. El recuerdo del Cine Olimpia.
El Musex está enclavado en el tercer piso del Sex Capital, un centro comercial dedicado a la sexualidad que abarca unos 6 mil 500 pies cuadrados. El enorme espacio aloja 80 establecimientos, entre bares, boutiques de ropa, cabinas de video, un cine en tercera dimensión y tiendas de juguetes para adultos.
En el pasado, el recinto albergó al legendario Cine Olimpia, uno de los baluartes de la arquitectura mexicana y un símbolo del teatro y el cine.En los albores del siglo pasado, el tenor italiano Enrico Caruso y el compositor mexicano Eduardo Hernández Moncada dejaron ver aquí sus más grandes obras artísticas.
En lo alto estaban las cabinas de la emisora XEW, una de las pioneras de la radiodifusión nacional. Era la época dorada del país. Ahora sus paredes cobijan a los cientos de curiosos que buscan en el sexo un refugio al bullicio de la ciudad. A decir de sus encargados, el Sex Capital es un proyecto que pretende colocar a México a la vanguardia sexual del mundo.
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