Por: José Manuel Azpiroz | @jmazpiroz
Desde hace varios años se ha ido tramando algo que parecería ser un disparate. Mover de lugar el Centro Cultural Polyforum Siqueiros. Si, así como lo leen, mover el mural más grande del mundo que desde hace casi 50 años está ubicado en la colonia Nápoles (sobre Insurgentes, esquina con Filadelfia). ¿Será que la obra emblemática de Siqueiros está en riesgo y la mueven para protegerla? ¿Acaso su presencia pone en riesgo la vida de los habitantes de la zona? ¿Tal vez hallaron problemas estructurales? ¿Será que encontraron petróleo ahí abajo? Nada de eso. Al parecer las razones son estrictamente económicas: ¡quieren otro centro comercial en ese predio! Así como lo oyen, como si fuera necesario, como si no hubiera suficientes en la zona.
¿Será posible? Nada nos sorprende en una Ciudad en la que hace 60 años alguien decidió que era buena idea entubar sus bellos ríos, o hacer tres carriles en Viaducto cuando en ese mismo espacio sólo caben dos. Todo es posible en la Delegación Benito Juárez, donde a diario permiten la demolición de hermosas casas catalogadas, históricas, para dar lugar a nuevos edificios espantosos. Basta recordar que hace apenas unos años permitieron construir departamentos de lujo ¡dentro del Parque Hundido! para después demolerlos gracias a la presión ciudadana. Aquí todo es posible, hasta dañar de forma irreparable la estatua del “Caballito” de Manuel Tolsá al tratarla de “limpiar”.
Ahora la siguiente víctima puede ser el Polyforum Siqueiros, espacio cultural construido en 1966[1] para albergar La Marcha de la Humanidad, gran mural que cubre todas las paredes y el techo del Foro Universal, y que es considerado como el mural más grande del mundo, con sus 8,700 metros cuadrados de arte, sumando los 12 paneles exteriores y los 2,400 metros de pintura mural en su interior. El trabajo muestra la evolución de la humanidad, así como una visión del futuro; una obra plástica que se realizó con novedosas técnicas y materiales, entre las que se encuentran la escultopintura, la utilización de acrílicos y piroxilinas sobre armazones de asbestocemento, además de esculturas en hierro y la teoría de la poliangularidad (según dicen los que saben).
El Polyforum Siqueiros es una maravilla única en el mundo. La belleza es exterior e interior [2]; dentro del Polyforum, en la bóveda con plataforma giratoria y capacidad para mil espectadores, se disfruta de un espectáculo de luz y música, acompañado por la propia voz de Siqueiros. A la par que gira la plataforma, el autor narra La marcha de la humanidad. Si no han ido, es una experiencia que no se pueden perder. Este emblemático espacio cuenta además con la galería Dr. Atl, que actualmente funciona como museo de sitio y que exhibe fotografías, maquetas e información biográfica tanto del empresario Manuel Suárez como de David Alfaro Siqueiros.
Este espacio emblemático es el que pretenden mover. La pregunta es si como habitantes de la colonia Nápoles o como vecinos de la Benito Juárez, o del D. F. o de México, o incluso del resto del mundo, lo vamos a permitir. Yo respondo que NO. Ninguna autoridad puede permitirse poner en riesgo nuestro patrimonio cultural para privilegiar intereses económicos. Ningún interés comercial o privado puede estar por encima del interés público, ese interés que es de todos. Como resulta complicado confiar en las instituciones, y aun más complejo confiar en las personas que supuestamente nos representan, la organización “Vive BJ” se dio a la tarea de lanzar una petición on line solicitando a las autoridades que gestionen lo necesario para que la UNESCO declare el Polyforum Siqueiros Patrimonio de la Humanidad. Ayudemos a difundir esta petición con nuestros amigos y conocidos, y a firmarla en tan sólo unos segundos aquí.
La solicitud se hace a la autoridad más inmediata, que es evidentemente la autoridad Delegacional. Es el Delegado de la Benito Juárez quien tiene la obligación de representar a los vecinos y defender los bienes inmuebles, los sitios de interés y el legado artístico y cultural que enriquece la Delegación. Como su compromiso debe ser con los ciudadanos, y no con los intereses inmobiliarios, se hace bien en involucrarlo a él: hay que solicitarle una intervención comprometida y hay que solicitársela ahora.
Sin embargo, esto no será suficiente si no nos sumamos todos. Será necesario avanzar paralelamente en otras rutas a nivel Jefatura de Gobierno y en el ámbito Federal. Esta protección de la UNESCO es urgente y necesaria, pues puede ser una herramienta útil para evitar que cualquiera ose mover este complejo cultural emblemático del país. Al grito de #ElPolyforumNoSeMueve protejamos nuestra identidad cultural. El mural más grande del mundo no puede ponerse en riesgo.
Por sus imponentes dimensiones y alto contenido social y humanista, el Polyforum sintetiza una existencia de búsquedas y hallazgos alimentada por el afán de llamar al ser humano a defender valores como la libertad, el bienestar y la justicia por medio del arte. La Marcha de la Humanidad, obra cumbre del artista y estandarte del muralismo social mexicano, surgió del anhelo común de legar un patrimonio cultural que representara la evolución de la conciencia de libertad y de justicia en la historia de Latinoamérica. No es cosa menor.
La obra cumbre de David Alfaro Siqueiros, que muy atinadamente se titula La Marcha de la Humanidad es precisamente, hoy más que nunca, símbolo del avance de la cultura y de nuestra identidad, elementos que nos hacen reconocernos como humanos. No hay marcha más importante que la de la humanidad, entendida esta marcha como el avance en las ciencias y las artes, con talento, con creatividad y sensibilidad. Como ciudadanos, es nuestro deber hacer lo necesario para proteger La Marcha de la Humanidad, no permitamos que esta marcha se vea interrumpida por “La otra Marcha”: la marcha voraz de la corrupción y del dinero.
[1] A mediados de los sesenta, don Manuel Suárez contrató a Siqueiros para realizar dieciocho obras de gran formato que llevarían por título La Industria y El Campo. Esas piezas serían destinadas a decorar un salón de convenciones anexo al Hotel Casino de la Selva en Cuernavaca. En 1965 el empresario anunció el cambio de sede y propuso a Siqueiros la realización del mural más grande del mundo. La construcción del Polyforum Siqueiros inició en 1966 y fue inaugurado en diciembre de 1971 por el presidente Luis Echeverría, con discursos de don Manuel Suárez, del arquitecto Rossell de la Lama, de David Alfaro Siqueiros y de Salvador Novo, entonces cronista de la ciudad.
[2] En la denominación misma del Polyforum, queda manifiesto el significado global del concepto que determinó su forma y función plural; el exterior es un dodecaedro, conocido como el diamante o la estrella, decorado con doce piezas complementadas en altorrelieve: El Liderato, El Árbol Seco y El Árbol Renacido, El Circo, Alto a la Agresión, Moisés Rompe las Tablas de la Ley, El Cristo Líder, La Danza, La Huida, Invierno y Verano, El Mestizaje, La Música y El Átomo. Cada una guarda un significado de gran simbolismo filosófico relacionado con la lectura del mural interior.
Una barda de sesenta metros de largo por seis metros de alto, extendida sobre Insurgentes y Filadelfia forma parte de los extraordinarios murales del Polyforum. En la parte superior presenta varias siluetas humanas estilizadas que van de un extremo a otro. El segmento inferior fue cubierto completamente con pedacería metálica, con ello se estableció el antecedente en México del movimiento polimatérico o chatarrismo. Del lado interior de la barda, sobre una superficie cóncava, para celebrar el cincuentenario del Movimiento Muralista Mexicano (1921-1971), Siqueiros personificó los retratos de Diego Rivera, José Clemente Orozco, José Guadalupe Posada, Leopoldo Méndez y Gerardo Murillo (Dr. Atl). Polyforumsiqueiros.com
Desde hace varios años se ha ido tramando algo que parecería ser un disparate. Mover de lugar el Centro Cultural Polyforum Siqueiros. Si, así como lo leen, mover el mural más grande del mundo que desde hace casi 50 años está ubicado en la colonia Nápoles (sobre Insurgentes, esquina con Filadelfia). ¿Será que la obra emblemática de Siqueiros está en riesgo y la mueven para protegerla? ¿Acaso su presencia pone en riesgo la vida de los habitantes de la zona? ¿Tal vez hallaron problemas estructurales? ¿Será que encontraron petróleo ahí abajo? Nada de eso. Al parecer las razones son estrictamente económicas: ¡quieren otro centro comercial en ese predio! Así como lo oyen, como si fuera necesario, como si no hubiera suficientes en la zona.
¿Será posible? Nada nos sorprende en una Ciudad en la que hace 60 años alguien decidió que era buena idea entubar sus bellos ríos, o hacer tres carriles en Viaducto cuando en ese mismo espacio sólo caben dos. Todo es posible en la Delegación Benito Juárez, donde a diario permiten la demolición de hermosas casas catalogadas, históricas, para dar lugar a nuevos edificios espantosos. Basta recordar que hace apenas unos años permitieron construir departamentos de lujo ¡dentro del Parque Hundido! para después demolerlos gracias a la presión ciudadana. Aquí todo es posible, hasta dañar de forma irreparable la estatua del “Caballito” de Manuel Tolsá al tratarla de “limpiar”.
Ahora la siguiente víctima puede ser el Polyforum Siqueiros, espacio cultural construido en 1966[1] para albergar La Marcha de la Humanidad, gran mural que cubre todas las paredes y el techo del Foro Universal, y que es considerado como el mural más grande del mundo, con sus 8,700 metros cuadrados de arte, sumando los 12 paneles exteriores y los 2,400 metros de pintura mural en su interior. El trabajo muestra la evolución de la humanidad, así como una visión del futuro; una obra plástica que se realizó con novedosas técnicas y materiales, entre las que se encuentran la escultopintura, la utilización de acrílicos y piroxilinas sobre armazones de asbestocemento, además de esculturas en hierro y la teoría de la poliangularidad (según dicen los que saben).
El Polyforum Siqueiros es una maravilla única en el mundo. La belleza es exterior e interior [2]; dentro del Polyforum, en la bóveda con plataforma giratoria y capacidad para mil espectadores, se disfruta de un espectáculo de luz y música, acompañado por la propia voz de Siqueiros. A la par que gira la plataforma, el autor narra La marcha de la humanidad. Si no han ido, es una experiencia que no se pueden perder. Este emblemático espacio cuenta además con la galería Dr. Atl, que actualmente funciona como museo de sitio y que exhibe fotografías, maquetas e información biográfica tanto del empresario Manuel Suárez como de David Alfaro Siqueiros.
Este espacio emblemático es el que pretenden mover. La pregunta es si como habitantes de la colonia Nápoles o como vecinos de la Benito Juárez, o del D. F. o de México, o incluso del resto del mundo, lo vamos a permitir. Yo respondo que NO. Ninguna autoridad puede permitirse poner en riesgo nuestro patrimonio cultural para privilegiar intereses económicos. Ningún interés comercial o privado puede estar por encima del interés público, ese interés que es de todos. Como resulta complicado confiar en las instituciones, y aun más complejo confiar en las personas que supuestamente nos representan, la organización “Vive BJ” se dio a la tarea de lanzar una petición on line solicitando a las autoridades que gestionen lo necesario para que la UNESCO declare el Polyforum Siqueiros Patrimonio de la Humanidad. Ayudemos a difundir esta petición con nuestros amigos y conocidos, y a firmarla en tan sólo unos segundos aquí.
La solicitud se hace a la autoridad más inmediata, que es evidentemente la autoridad Delegacional. Es el Delegado de la Benito Juárez quien tiene la obligación de representar a los vecinos y defender los bienes inmuebles, los sitios de interés y el legado artístico y cultural que enriquece la Delegación. Como su compromiso debe ser con los ciudadanos, y no con los intereses inmobiliarios, se hace bien en involucrarlo a él: hay que solicitarle una intervención comprometida y hay que solicitársela ahora.
Sin embargo, esto no será suficiente si no nos sumamos todos. Será necesario avanzar paralelamente en otras rutas a nivel Jefatura de Gobierno y en el ámbito Federal. Esta protección de la UNESCO es urgente y necesaria, pues puede ser una herramienta útil para evitar que cualquiera ose mover este complejo cultural emblemático del país. Al grito de #ElPolyforumNoSeMueve protejamos nuestra identidad cultural. El mural más grande del mundo no puede ponerse en riesgo.
Por sus imponentes dimensiones y alto contenido social y humanista, el Polyforum sintetiza una existencia de búsquedas y hallazgos alimentada por el afán de llamar al ser humano a defender valores como la libertad, el bienestar y la justicia por medio del arte. La Marcha de la Humanidad, obra cumbre del artista y estandarte del muralismo social mexicano, surgió del anhelo común de legar un patrimonio cultural que representara la evolución de la conciencia de libertad y de justicia en la historia de Latinoamérica. No es cosa menor.
La obra cumbre de David Alfaro Siqueiros, que muy atinadamente se titula La Marcha de la Humanidad es precisamente, hoy más que nunca, símbolo del avance de la cultura y de nuestra identidad, elementos que nos hacen reconocernos como humanos. No hay marcha más importante que la de la humanidad, entendida esta marcha como el avance en las ciencias y las artes, con talento, con creatividad y sensibilidad. Como ciudadanos, es nuestro deber hacer lo necesario para proteger La Marcha de la Humanidad, no permitamos que esta marcha se vea interrumpida por “La otra Marcha”: la marcha voraz de la corrupción y del dinero.
[1] A mediados de los sesenta, don Manuel Suárez contrató a Siqueiros para realizar dieciocho obras de gran formato que llevarían por título La Industria y El Campo. Esas piezas serían destinadas a decorar un salón de convenciones anexo al Hotel Casino de la Selva en Cuernavaca. En 1965 el empresario anunció el cambio de sede y propuso a Siqueiros la realización del mural más grande del mundo. La construcción del Polyforum Siqueiros inició en 1966 y fue inaugurado en diciembre de 1971 por el presidente Luis Echeverría, con discursos de don Manuel Suárez, del arquitecto Rossell de la Lama, de David Alfaro Siqueiros y de Salvador Novo, entonces cronista de la ciudad.
[2] En la denominación misma del Polyforum, queda manifiesto el significado global del concepto que determinó su forma y función plural; el exterior es un dodecaedro, conocido como el diamante o la estrella, decorado con doce piezas complementadas en altorrelieve: El Liderato, El Árbol Seco y El Árbol Renacido, El Circo, Alto a la Agresión, Moisés Rompe las Tablas de la Ley, El Cristo Líder, La Danza, La Huida, Invierno y Verano, El Mestizaje, La Música y El Átomo. Cada una guarda un significado de gran simbolismo filosófico relacionado con la lectura del mural interior.
Una barda de sesenta metros de largo por seis metros de alto, extendida sobre Insurgentes y Filadelfia forma parte de los extraordinarios murales del Polyforum. En la parte superior presenta varias siluetas humanas estilizadas que van de un extremo a otro. El segmento inferior fue cubierto completamente con pedacería metálica, con ello se estableció el antecedente en México del movimiento polimatérico o chatarrismo. Del lado interior de la barda, sobre una superficie cóncava, para celebrar el cincuentenario del Movimiento Muralista Mexicano (1921-1971), Siqueiros personificó los retratos de Diego Rivera, José Clemente Orozco, José Guadalupe Posada, Leopoldo Méndez y Gerardo Murillo (Dr. Atl). Polyforumsiqueiros.com