Por Ramsés Ancira
¿Cuántos de los juicios penales que tenemos en México están basados exclusivamente en el dicho de los policías, en la siembra de pruebas o en las confesiones realizadas bajo tortura? ¿Quizá el 70, el 80 por ciento?
Seis de cada 10 mexicanos creemos que Florence Cassez fue integrante conciente de una banda de secuestradores mexicanos, que participó en la tortura de menores de edad y mujeres sexualmente violentadas;y sin embargo nuestra izquierda y nuestros más lúcidos intelectuales claman por su liberación.
¿Por qué? ¿Por qué es bonita? ¿Por qué es francesa? ¿Por qué es mujer? ¿Por que despierta las fantasías sexuales de los defensores de los derechos humanos? Podría ser sí a todo, pero seguramente lo más importante es porqe el caso Cassez es emblemático de decenas de miles de presuntos inocentes que llevan años esperando un juicio justo y no pueden porque les pusieron el cargador de una metralleta, ni siquiera un arma completa, un polvo blanco "al parecer cocaína" o cualquier otro artículo ilegal, porque los policías tenían que cumplir con una cuota de aprehensiones para justificar su chamba.
En México, policías y militares, - como está plenamente comprobado a la luz de las 50 mil ejecuciones sin resolver- protegen frecuentemente a criminales organizados. ¿Qué tan frecuentemente? tantos como personas inocentes están en la cárcel por delitos que no cometieron.
Porque en México, contra lo que se piensa, todos los delitos se pagan, el problema es que no los pagan quienes los cometieron, sino los llamados Chivos Expiatorios. Gente a la que incluso le ofrecen dinero para dejarse encarcelar por delitos que cometieron otros. No es jefe de escoltas de Hank Rhon, el hijo del presunto asesino de un periodista de Zeta? Alguién además de Ciro Gómez Leyva cree que Aburto es el unico y original asesino de Colosio.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos ha dicho y dicho bien que si Cassez es liberada quedará un precedente que permitiría la liberación de muchos otros secuestradores, quizá más violentos, quizá homicidas, quizá mutiladores.
La diferencia es que en el caso de Cassez sí hubo montaje mediático, sí trajo a García Luna el ascenso al rango de SECRETARIO DE ESTADO, sí demostró la perversidad del arraigo, pero también y esto es lo más importante, hay víctimas amenazadas que no se han retractado, que están seguras de que Cassez es su victimaria.
Se aproxima la conmemoración de la Batalla de Puebla, la única que ganó México a un Ejército Extranjero, aunque después vinieron otras que se perdieron.
Es mejor que esta vez nos pase al revés, que Cassez sea injustamente liberada si con ello se terminan los arraigos eternos que hacen que cualquiera acabe de confesar, virtualmente, lo que sea.
Una cosa es cierta, Casssez es la unica arraigada de la historia de la justicia penal mexicana que no solo no ha sido torturada, sino a la que además le dieron la oportunidad de llamar en vivo a un programa de televisión para clamar su inocencia.
¿Se imaginan que el mismo privilegio le hubieran dado al mochaorejas, a El Coqueto, o al joven incinerado en el motín del penal de Nuevo León porque le sembraron el cargador de una metralleta?
Florence Cassez es una delincuente sentenciada por tres instancias. Florence Cassez, por aclamación de los expertos en derecho será liberada, Florence Cassez es una joven afortunada, pero con ella la sociedad mexicana entera, si su liberación nos sirve de paradigma, de lo que no se debe hacer en materia de arraigos y confesiones forzadas.
Esa es una verdadera paradoja. Si debería ser liberada si con ello se principia a eliminar el arraigo y la tortura.
No debería ser liberada si como sospechamos muchos, pensó que en México se podía delinquir sin riesgos porque tenemos una policía chafa e incapaz. El propio García Luna fue un gran investigador de secuestros y los disminuyó, aunque haya resultado un mal secretario de Seguridad Pública. Y eso no fue su culpa, sino la estrategia completa del gobierno federal.
Esa es una verdadera paradoja. Si debería ser liberada si con ello se principia a eliminar el arraigo y la tortura.
No debería ser liberada si como sospechamos muchos, pensó que en México se podía delinquir sin riesgos porque tenemos una policía chafa e incapaz. El propio García Luna fue un gran investigador de secuestros y los disminuyó, aunque haya resultado un mal secretario de Seguridad Pública. Y eso no fue su culpa, sino la estrategia completa del gobierno federal.
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