Diario de un
Reportero
Ramsés Ancira
1999
Manuel Camacho Solís debe estar
convencido que Carlos Salinas de Gortari es un criminal. Me ha dicho textual que
fundó el Partido del Centro Democrático porque fue el mejor “Seguro de Vida” que
pudo encontrar.
Y es verdad que parece tener
miedo porque frecuentemente convoca a conferencias de prensa en las que crea
las expectativas de dar un gran anuncio. Los reporteros acudimos con la idea de que al fin sabremos quien
ordenó el asesinato de Luis Donaldo Colosio, pero al final sale con cualquier
tontería que no es digna ni de una página de interiores.
Eso y el control sobre los medios
de comunicación que ejerce todavía el PRI, hacen que la
invitación de Marcelo Ebrard a las oficinas recaudadoras de la Tesorería, en la
esquina de San Borja y Universidad, sea ignorados por todos.
Yo si acudo como reportero de CNI
Canal 40, aunque creo que ni camarógrafo
me asignan. Acompañaba a Marcelo su entonces esposa. Me sorprende la diferencia
de estaturas, la de él, más alta que el promedio, la de ella, notablemente más
baja.
A la hora que nos vemos la Tesorería
ya está cerrada, docenas de personas de la tercera edad han estado formadas por
horas con sus boletas de impuesto predial y agua sin poder pagar.
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¿Cuál es el mensaje que está mandando el
gobierno? (me hace una pregunta retórica Ebrard Causabon y luego se contesta
sólo) No nos interesa que nos pague. Al gobierno del Distrito Federal no le
interesa su dinero.
Luego me habla entusiasmado de su
proyecto para que los pagos de la Tesorería puedan hacerse en las cajas de los
autoservicios y no en los bancos, que también dan un servicio ofensivo a pesar
de la reprivatización instrumentada en el sexenio de Salinas de Gortari. Las “colas” en los bancos,
en 1999, son tan largas como en la tesorería. La diferencia es que hay más
cajas…pero sin cajero que las atienda.
Le pregunto porque no resolvió el
problema antes, cuando fue el segundo a bordo de Camacho Solís, y me cuenta de
las resistencias del Sindicato.
A pesar del parentesco con otro
Ebrard Causabon, directivo de Wall Mart Latinoamerica, ahora reputado por sus cuentas en Suiza (lo que no tiene nada
de malo si declaró los impuestos correspondientes) no es la empresa transnacional
la que primero ofreció el cobro de servicios. Ha sido Comercial Mexicana, donde millones de
capitalinos ahora pueden realizar el pago de su licencia de manejo y otros
trámites, literalmente en cuestión de minutos. Lo que en administraciones
anteriores no sólo tomaba horas, sino días.
Quince años más tarde
prácticamente todas las cajas de autoservicios de la capital son receptoras de
la tesorería y si la gente no paga algún servicio es porque está desempleada,
pero no por falta de lugares para pagar, si bien aún existe el problema de que
las claves de captura caducan y después se complica el trámite.
Muchos otros servicios se pueden
pagar en la Capital, en línea, con tarjeta de crédito o débito, sólo hay que
dar de alta el plástico para evitar fraudes. Marcelo Ebrard Causabon es el
único jefe de gobierno que ha terminado el sexenio en el puesto para el que lo
contrataron los votantes.
1997-2000
Antes de la fundación del Partido
del Centro Democrático, Ebrard fue uno de los mayores críticos del FOBAPROA, el
Fondo para la protección de los Bancos (que no de los ahorradores como lo pretendía
la propaganda oficial). Para ello uso el escaño que consiguió con el registro
del Partido Verde Ecologista de México al que nunca perteneció, pero al que le dio
un prestigio político que nunca recuperó el partido del tucán, ni con los anuncios de actores de los programas
de más audiencia, ni con los parientes de los dueños de las principales
empresas de televisión en México.
Al verde, con intereses en la
industria farmacéutica y con los propios bancos, le interesaba más el negocio
de la política que un político prestigiado, así que se deshizo de Marcelo.
2004
Ebrard se desempeñaba como
Secretario de Seguridad Pública cuando en Tlahuac, delegación capitalina a la
que no se podía llegar por tierra en menos de 150 minutos desde el centro de la
Ciudad, más del doble de lo que tomaba llegar a Cuernavaca ocurrió un
linchamiento.
La policía delegacional mal
equipada y preparada, no pudo evitar la tragedia. El escándalo fue mayor al
análisis y Ebrard tuvo que renunciar al puesto.
Alejandro Varas, fundador de la
Unión de Vecinos y Damnificados 19 de septiembre comentó entonces: “Pobre
Ebrard, no sale de una cuando entra a otra. Todavía no me paga lo que le presté
cuando dejó de ser Secretario de Gobierno en la época de Camacho y otra vez se
queda sin empleo”
Ahora, en 2015 sé que Marcelo es
hermano de uno de los hombres más ricos de México, uno que incluso tiene
cuentas en Suiza. Sé que durante su gestión se abrieron demasiadas bodegas
Aurrerá, demasiado cerca de los mercados públicos, pero no hay pruebas de que
se haya beneficiado de sus vínculos familiares.
También puedo entender a raíz del
linchamiento de Tlahuac, porque la línea 12 fue una prioridad de Marcelo Ebrard.
Aún con la mitad de la línea tronchada, las obras viales ya han incorporado
físicamente a esa demarcación al
Distrito Federal y toneladas de monóxido de carbono que se concentraban desde Minerva,
en el entronque de Ermita Iztapalapa, a través de toda la calzada
México-Tulyehualco ya no están ahí.
Ebrard también hizo cosas muy cuestionables
como concesionar a OHL los segundos pisos, que a menos precio y con un
beneficio social mucho mayor, construyó López Obrador, con empresarios
mexicanos, que además le daban empleo a personas de tercera edad y mujeres.
Con todo, en la balanza, pesa más
el Ebrard Causabon eficiente. En el PRD ya no cabe, en Morena, pese a que nunca
se distancio de López Obrador, tampoco hay tiempo ni condiciones para
incorporarlo. En Movimiento Ciudadano cabe, como independiente, pero por el
asunto de la Línea 12, es papa caliente. Con todo, es seguro que en la política
mexicana, o al menos en la capital de la República, hay muchos años de Marcelo
por delante.
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