Histórica Cadena Humana Mexicana en demanda de Comunicación Democrática

Ramsés Ancira

Aunque los grandes corporativos intentarán minimizarlo, el evento del 26 de abril de 2014 podría pasar a la historia. No se trata solamente de la unión entre Cuauhtémoc Cárdenas (el hombre que rompió la hegemonía del PRI tras 50 años de gobiernos en los que decía ganar por el 90 por ciento de los votos, o más)  y de Javier Corral, uno de los pocos integrantes del Partido Acción Nacional que es apreciado fuera de las filas de esa organización política) sino de algunos de los líderes de opinión y los activistas políticos más resistentes de la segunda mitad del Siglo XX, como Virgilio Caballero, quizá el hombre que más televisoras públicas haya fundado en el mundo.

Daniel Giménez Cacho: El Grito más Fuerte

Cuauhtémoc Cárdenas (izquierda) Javier Corral (¿derecha?)

El más amplio espectro político se despliega cuando se trata de la defensa del espectro radioeléctrico, uno de los espacios más grandes donde reside la soberanía mexicana

Fragmento de la cadena de más de 7 mil participantes

Alejandro Encinas

Alejandro Encinas y Raúl Correa, coordinador de la Fraternidad de Reporteros

Delegación Sindical de Radio Educación, único medio público de información que participó activamente

Otro Fragmento de la Cadena, de "Niza a Televisa"

Con ellos están los periodistas más aguerridos, los que han denunciado posibles nexos de los dirigentes priistas con la prostitución, el crimen o el tráfico de influencias.

¿Entonces no se trata nada más de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones? Sin duda. Durante más de 30 años diversas organizaciones de periodistas y académicos luchamos por una comunicación más democrática. Conseguimos la Ley más justa que podíamos concebir y cuando la logramos, y el presidente Peña Nieto obtenía algunos reconocimientos, presentó otra, llena de obstáculos a la libertad en internet y con severas limitaciones a la comunicación, sobre todo de las comunidades marginadas.

Se trata de una lucha de poderes entre los que lo detentan oficialmente, y una sociedad que ya se hartó de que sólo la ocupen para quitarle el 50 por ciento. o más, de sus ingresos, a través de impuestos, para que solo decidan las leyes de comunicaciones quienes pagan el 10 por ciento, o menos, si se consideran los deducibles a sus fundaciones.