miércoles, 28 de marzo de 2007

El Buen Pastor

Al mirar la película El Buen Pastor, dirigida y actuada por Robert De Niro, muchos espectadores tendrán la sensación de presenciar una versión del crimen organizado autorizado, casi igual que en El Padrino, solo que aquí la mafia recibe el presupuesto directamente del Congreso de los Estados Unidos.

Como los personajes de Mario Puzo, los protagonistas de El Buen Pastor también obedecen a códigos de honor y no tienen ningún respeto por ninguna forma de vida, ni siquiera la vegetal y son capaces de arrojar una plaga de langosta sobre cultivos cafetaleros para convertirlos en una de sus empresas trasnacionales.

Estos "buenos muchachos" son tan sanguinarios como los de Scorsese, pero son aún mas puercos, sin ofender a los nobles porcinos. Estos se revuelcan desnudos en el lodo, se orinan entre sí y tienen credenciales de la CIA.

Las comparaciones entre la zaga de El Padrino y El Buen Pastor no son gratuitas y por algo la película de De Niro es producida por el director de la primera serie, Francis Ford Coppola.

La diferencia es que Vito Corleone no tenía otro camino de sobrevivencia, mientras los personajes de la nueva película -que afortunadamente promete convertirse también en una nueva serie- no tienen más propósito que el lucro, aunque para ello tengan que crear fantasmas, en ese entonces llamado Unión Soviética y ahora Irak.

Por supuesto la cinta no llega tan lejos, aunque es fácil inferir que "los amigos americanos" tienen la misma falta de escrúpulos demostrada en Vietnam, en el Chile de Salvador Allende o en el Irak de Hussein.

Las similitudes entre ambas "ficciones": El Padrino y El Buen Pastor se acentúan con el personaje italoamericano poseedor de casinos en La Habana, quien asegura que los gringos tienen la virtud de convertir pequeñas guerras tribales en conflictos internacionales.

También resalta la coincidencia entre los personajes femeninos y los hijos de los protagonistas de ambas películas, víctimas inermes de la estupidez, servilismo y cretinismo de los soldados del buen pastor, el Tío Sam, el conductor de vacas y ovejas a la línea del holocausto.

Solo películas de la calidad y el mensaje de El Buen Pastor nos permiten recordar que en Estados Unidos no sólo existen imbéciles cretinos de la talla de Henry Kissinger y George W. Bush

No hay comentarios. :

Una kathedra en un minuto

Código

¿Quiéres un anuncio como este aquí, escribe a ioninsurgentes@gmail.com

Entradas populares del mes

Cartelera DVD

Otros artículos que pueden gustarte

Búsquedas personalizadas

Búsqueda personalizada

Seguimiento de Ad Sense

Un libro indispensable

Un libro indispensable
que nos cuenta detalles de la guerra del PRI contra la sociedad civil

Entradas populares