Sólo merece triunfar el que no deja de luchar. Sin movimiento no hay futuro. El tiempo es un río que tiene una sola dirección inversamente proporcional a nuestro movimiento; si avanzamos a la misma velocidad que el tiempo, este nos arrastra al pasado, si le ganas, aunque sea por un segundo, es un segundo que vas a destiempo del tiempo, con el tiempo y con el viento a tu favor.
De Ramsés Ancira, a Patricia Escobar Badillo porque en su enfermedad me devolvió una lección que yo ya había olvidado
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